20 de septiembre de 2016

Los captadores de socios

¡Ya llevo 700 entradas! Nada más ni nada menos....cómo pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando iniciaba este blog. Me gustaría dar las gracias a ti que estás leyendo esto y a todo el mundo que por casualidades de la vida acaba recalando en blog. Es para mí un orgullo y satisfacción mantener este hueco en la red tan personal y disparatadoa la vez. Así que ¡Gracias de nuevo!

Pero el verdadero motivo de esta entrada, muy a mi pesar, son los captadores de socios que hay en la calle. Esta no va a ser una entrada en la que elogie su labor sacrificada y humilde, todo ello por cuatro míseros duros. Este perfil de gente, es gente joven, cuanto más joven mejor (para poder explotarla mejor), con ganas de trabajar (gratis), en el sector social (tan de moda últimamente) y que sean extrovertidos (para poder abordar y presionar al ciudadano que va tranquilamente andando).

Estos chavales no tienen la culpa de este penoso y asqueroso sistema de captación de socios. Yo, como persona adulta, me haré socia de cualquier asociación con la que tenga alguna afinidad por mi cuenta, por que yo decido cuando hacerme socio sin necesidad de que nadie me diga que soy una insensible /egoísta por no querer ayudar a los pobres niños  africanos. Esta comparación se puede ampliar a los teleoperadores que te llaman ofreciéndote ofertas de combos y luego te dicen que cómo es posible que prefieras seguir pagando más que lo que te proponen.

Estos chicos y chicas, entonces, utilizan toda su locuacidad para hablarte y retenerte unos minutos. Pero el contacto real viene de muy lejos, unos cuantos metros para ser correctos, por que cuando tu vas distraído pensando en tus cosas un captador de socios te está mirando y está pensando en ti com una posible presa. Si les miras, ya estás perdido, por lo menos, durante todo el rato que esté el o la chica soltándote el rollo de la solidaridad.

La verdad es que el mero hecho de verlos en la distancia, me causa ansiedad. Y si estás leyendo y eres un o una captadora de socios me la pela, me causáis ansiedad y mucha. Acelero el paso, me cambio de acera, de calle, lo que sea con tal de esquivaros. A la mayoría de la gente les da igual, pero a mí no, mira tú por dónde.

La primera entrada a mi vuelta de vacaciones es hablar sobre este hecho por que hoy mismo me ha pasado. Después de esquivar a un chico con su chaleco verde, va y me pilla un señor que vende almanaques, para una asociación de discapacitados. Total, que me paró y claro, luego solté los tres euros de rigor. Me sentí tonta del culo, y luego me consolé a mí misma pensando que por lo menos los tres euros van para una buena causa. Mientras pensaba esto, otro chico con un chaleco distinto, esta vez rojo, me hablaba muy amablemente ¡mientras me seguía!. Pero no, lo siento, digo que tengo prisa y me voy. Me voy indignada por esta intromisión  de las bandas del chaleco, en el espacio vital de los viandantes.

¿Por qué tanta ansia de las ONG´S por captar socios? ¿Será por que ansían el dinero de los socios? ¿Es que acaso los ciudadanos no sabemos las múltiples formas de ser solidarios que nos tienen que asaltar en plena calle?
A los jóvenes que quieran obtener su primer empleo les digo que éste, concretamente, el de estar en la calle captando socios mientras te llevas una comisión de mierda, no es el mejor puesto, por muchas ganas que tengas de trabajar o por mucha crisis que haya en tu verdadero sector de trabajo.

Esta entrada no va en contra de esos jóvenes, que en realidad sólo cumplen órdenes de los ejecutivos de turno, sino para mostrar un hecho que me enerva en lo más profundo de mi ser.


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