29 de septiembre de 2012

Tex. El jinete solitario

Y aquí tenemos a Tex, el jinete solitario, uno de los clásicos del cómic con todas las de la ley. Este personaje creado por Sergio Bonelli ha pasado por un montón de artistas que han aportado a sus historias su particular visión del personaje. En esta ocasión le toca al maestro (y recién desaparecido) Joe Kubert, el cual crea una historia de lo más entretenida con unos típicos personajes propios del lejano oeste.
Tex, el protagonista supremo, es un walker de Texas que viaja solo (valga la redundancia). En sus viajes se verá involucrado en diversas aventuras donde la venganza, la justicia y el honor son las máximas que guían a Tex.
En este caso, Tex se dirige al rancho de unos amigos que hace mucho tiempo que no ve, un matrimonio y su guapa hija adolescente. Ésta, ante el calor sofocante decide tomarse un baño. Cual es su mala suerte cuando unos delincuentes muy chungos la sorprenden y como no, quieren abusar de ella todos y cada uno. Los padres de la chica, al ver que su hija tarda deciden ir a buscarla. Cuando llegan al lago se encuentran con los bandidos y su hija que ya está medio muerta, y ante la confusión, los malos abren fuego a discreción contra la familia dejándolos más muertos que Walt Disney.
Cuando Tex va al encuentro de sus amigos los encuentra en dicha situación y Tex decide vengarlos yendo a por cada uno de los cuatro bandidos que asesinaron a sangre fría a esta buena familia.
Y así Tex inicia un periplo donde tendrá que lidiar con un montón de personajes para conseguir esa ansiada venganza.
Kubert hace un trabajo estupendo dotando de gran fuerza y personalidad a todos los personajes y creando, asimismo, una historia entretenida que no decae en ningún momento de la trama.
Es una lectura que me ha encantado y de la que no estaría de más que se hiciera una peli sobre el cómic (¿sabéis si la hay?). Os dejo con una entrevista que le hicieron al maestro Kubert. Está en inglés pero se entiende teniendo un inglés nivel medio jeje




No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Dale vidilla al asunto!