Dennis Diderot

Dennis Diderot (1713- 1784) fue un escritor y filósofo frances, importante figura de la Ilustración, editor de la primera enciclopedia en Francia, fue un intelectual polivalente.
De lo que no cabe duda es de que la Ilustración sirvió como modelo para el liberalismo político y económico. Fue el momento decisivo para la creencia en la posibilidad y la necesidad de progreso que pervivió, de una forma moderada, en el siglo XX.
Era el momento en el que Immanuel Kant fomentaba el lema: "Hay que atreverse a conocer"
Diderot debe su fama a haber dirigido de 1751 a 1772 la redacción de la primera enciclopedia universal editada en Francia (la segunda del mundo occidental, pues el inglés Ephraim Chambers hizo lo mismo en 1729), bajo el nombre de La enciclopedia, o diccionario razonado de las ciencias, artes y oficios (L'Encyclopédie, ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers, 28 volúmenes, 71.818 artículos, 2.885 ilustraciones). En ella participaron personajes históricos como Voltaire, D'Alembert, Montesquieu, Jean-Jacques Rousseau y Jaucourt, entre otros.

Una de sus obras más destacadas es Jacques el fatalista, donde analiza la psicología del libre albedrío, ¿hasta donde alcanza el destino y hasta donde nuestros propios actos?. ¿Está escrito en las alturas todo lo que nos pasa o somos nosotros los únicos responsables? ¿Será un poco de todo? Diderot reflexiona sobre ello a través de los dálogos enre Jacques y su amo, con un estilo ágil y sencillo, intercalando aventuras de lo más variopintas y reflexiones filosóficas de lo más interesantes y sabias.

¿Somos nosotros los que dirigimos el destino o el destino quien nos dirige a nosotros? ¡Cuántos proyectos sabiamente preparados fracasaron y cuántos fracasarán todavía! ¡Cuántos proyectos insensatos han triunfado y cuántos triunfarán!. La prudencia no nos asegura el éxito en absoluto, pero nos consuela y excusa de los fracasos.


-JACQUES.- ¿No tenemos cada cual nuestro carácter, interés, gusto y pasiones, según las cuales exageramos o atenuamos las cosas?¡Di las cosas tal cual son!...Eso a lo mejor no sucede ni dos veces al día en una capital. ¿Y aquel que escucha, estará mejor dispuesto que quien habla? No.
El AMO.- ¡Caramba, Jacques! Habla en cuanto tú, te escucharé en cuanto yo, y te creeré como pueda.
JACQUES.- Mi querido señor, nos pasamos la vida de malentendido en malentendido. Malentendidos amorosos, malentendidos amistosos, malentendidos políticos, financieros, eclesiásticos, legales, comerciales, de mujeres, maridos…
EL AMO.- ¡Alto ahí! Deja en paz los malentendidos, y a ver si te enteras de que es una grosería embarcarse en un capítulo de la moral, cuando se te piden hechos históricos. ¿La historia de tu capitán?
JACQUES.- En este mundo casi nada se escucha tal y como se dijo; pero hay algo peor, casi nada se juzga tal y como sucedió.
EL AMO.- Seguramente no hay en todo el mundo una cabeza que contenga tantas paradojas como la tuya.
JACQUES.- ¿Y que hay de malo en ello? Una paradoja no siempre es una falsedad.
EL AMO.- Eso es cierto.