El argumento es simple y complejo a la vez. En 1.104, cinco nobles llevan cinco anillos con un rubí y su consiguiente secreto. Entre estos nobles se encontraba Huhges de Payns, quien fundaría más tarde la Orden de los Templarios. Estos cinco caballeros y amigos llevan consigo una maldición y un gran secreto que a día de hoy todavía sigue vivo. En la actualidad, el cardenal Montespa será castigado con la amputación de su mano derecha por el misterioso hombre del hacha.
La cuestión es que la Orden de los Templarios conocen el secreto de Jesús. Éste era hermano de otro santo que ahora no me acuerdo del nombre, y cuando fue sepultado junto ál, tuvo una gran revelación: el I.N.R.I, o lo que es lo mismo, el milagro de la resurrección y la alquimia, el proceso de convertir cualquier material en oro ( ay Hermes...). Por otro lado, existe otra orden que no quiere que este secreto sea desvelado (Los hermanos de la Sangre), en la que se encuentra el sanguinario hombre del hacha y éste hará lo que sea por interrumpir la misión de los templarios.
Esto por la parte antigua y por la parte actual tenemos un par de líneas argumentales: Jesús está resucitando gracias a los avances tecnológicos y científicos del Vaticano pero... ¿le convendría al Vaticano darlo a conocer? Por otro lado, la Orden de los hermanos de la sangre siguen con el legado del hombre del hacha y seguirán su criminal camino.
El guión de esta serie corre a cargo de Didier Convard y el dibujo por Denis Falque y Pierre Wachs. La Editorial es Glénat.
Es un cómic recomendable aunque tampoco destaca por su originalidad temática.
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