22 de septiembre de 2016

José Saramago

Hace bien poco, durante nuestra visita a Lanzarote, tuvimos la suerte de poder visitar la casa donde José Saramago y Pilar del Río, su mujer, pasaron los últimos trece años de la vida del escritor. Ahora su mujer vive en Lisboa, donde tiene su sede la Fundación del escritor.
La visita estuvo muy pero que muy bien. Tuvimos una guía, se podían hacer fotos y encima te invitan a un café. La biblioteca del escritor deja a cualquiera con la boca abierta. Es más grande que mi casa, me atrevería decir. La visita sirve para acercarse más a este escritor tardío y tan interesante. El famoso Nobel tenía una forma muy peculiar de contar historias y tratar los más diversos temas.
Saramago se mantuvo en activo hasta el final de sus días. Una mañana se levantó, desayunó y se metió en la cama consciente de que su hora había llegado.
Uno de los lemas del escritor es: El tiempo apremia.
El autor de Ensayo sobre la ceguera fue autodidacta, trabajó de cerrajero, funcionario y periodista antes de dedicarse enteramente a la literatura, porque ya saben lo que pasa con ella, que es muy difícil en estos tiempos que corren poder vivir sólo de publicaciones. A los 60 empezó a escribir y no paró. Tengo ganas de leer Cuadernos de Lanzarote, anotaciones a modo de diario en el que juntaba anárquicamente todos sus pensamientos.
Abajo os dejo un corto en el que colabora el escritor y Emilio Aragón. Un corto muy cuco de tan sólo 8 minutos que merece la pena ver.



Y más abajo, un resumen del documental sobre la vida de José y Pilar. Hay que verlo.



¡Qué buenas estrellas cubrirán esta noche el cielo de Lanzarote¡

PD: A modo de curiosidad, todos los relojes de toda la casa de Saramago, marcan las 4 y 5, hora en que José conoció a Pilar. (Todos los relojes menos el de la cocina)

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