25 de enero de 2012

Bibliomanía

Hacia 1820, Charles Nodier y familia viajaron a Barcelona para realizar el sueño de el patriarca de la familia, encontrar libros viejos, como correspondía a un gran bibliófilo como Nodier. Éste recorrió toda Barcelona sin dejar una tienda de libros sin visitar, aunque el resultado no fue para nada afortunado. No pudo adquirir ninguna joya que estuviera a la altura de su viaje y por tanto, su desilusión fue muy notable ya que había puesto muchas expectativas en nuestro país en cuanto a las referencias bibliográficas. Hacia el año 1836, aparece La leyenda del librero asesino en las páginas de una publicación jurídica en París. Se trataba de un supuesto informe obtenido a través de un particular que narraba los acontecimiendos acaecidos en Barcelona. Ocho días después de aparecer el primer texto en la Gazette, lo reproducía en París un jovencísimo Gustave Flaubert. Por consiguiente tenemos a Flaubert expandiendo esta truculenta leyendo por París y a Ramón Miquel y Planas en España, el cual fue un famoso erudito y bibliófilo barcelonés perteneciente a la Real Academia de las Letras.
En este pequeño volumen nos encontramos con ambas versiones las cuales son casi iguales. Después de leer la primera no hace ni falta leerse la segunda (primero tenemos la de Miquel y Planas y seguidamente la de Flaubert) ya que la estructura y estilo son prácticamente iguales, sólo se diferencian en unas pocas palabras. En mi caso me leí la primera versión pero el lector puede escoger indistintamente que no se va a perder ninguna información ni matiz si deja la otra sin leer. Como el propio nombre indica, La leyenda del librero asesino nos cuenta la historia de amor que un huraño librero de Barcelona tiene con los libros y cómo esta intensa relación le afecta hasta llegar a límites insospechados. Nuestro librero se llama Vicente y anda detrás de un valiosísimo ejemplar que acaba adquiriendo su eterno rival, por lo que decide llegar a utilizar macabros métodos para lograr conseguir sus objetivos.
A mí me ha gustado mucho, este tipo de cuentos cuyo tema principal es la bibliofilia/bibliomanía dan mucho de sí y suele ser del agrado de los lectores ávidos de letras e historias. Para centrarnos más en el tema, un bibliófilo es aquella persona que ama los libros, pero no los ama a todos por igual. Al bibliófilo sólo le interesan aquellos libros que tengan algo especial, como pueden ser los manuscritos, los libros antiguos, raros...etc. Aunque no todos los libros antiguos son valiosos ya que podemos encontrar muchos textos religiosos más bien tediosos.
En resumen, que os recomiendo esta lectura rápida y entretenida que pertenece al género de las curiosidades de la bibliomanía.

V.- ¿Y cometíais todos estos crímenes sólo porque se trataba de libros?

J.- ¡Ah, señor juez! ¡Los libros son la gloria de Dios!

V.- ¿Así, vos sois también el autor del incendio del almacén del librero Patxot y de su muerte?

J.- También esto es verdad. ¿Cómo podía yo permitir que un libro como la Gramática d´en Mates, ejemplar único y desconocido de todo el mundo, continuara en manos de mi competidor?

5 comentarios:

  1. Hola, soy Clícli y yo también soy fan de bricomania. Me gustan mucho las estanterias, tanto que en ocasiones mantengo relaciones intimas con ellas....y soy feliz.

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    1. A mí me gustaban los anuncios de la antigua teleoviedo en las noches solitarias... Era feliz. Ahora ya no.

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  2. Hola un dia vaig lleguir un comentari sobre els llibres que en va agradar molt, es el seguent "Donde no hay libros hace frio, Un frío de cataclismo,Vale para las casas,las ciudades y los países" d'una escritora argentina. No recordo el nom. Petonets

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  3. Hola Tieta! Qué frase tan bonita! Me la apunto. Besos.

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