24 de marzo de 2010

Los ilusos. Rafael Azcona.

Rafael Azcona (Logroño 1926- Madrid 2008), es el autor de la novela "Los ilusos", último libro leído por una servidora. Azcona se trasladó a vivir a Madrid a los veinticinco años, donde de la mano de Mingote, el cual ilustra la portada de la primera edición en el 58 (la segunda se realizó en el 2007), entró a trabajar en revista de humor La Codorniz, primero de dibujante y más tarde como redactor. La mayoría de sus novelas y cuentos los escribe en la década de los 50, pero el éxito de las películas El pisito y El cochecito, que hacen que su carrera se enfoque hacia el guión cinematográfico y se centre en el mismo, ya que como él bien decía: "Escribo guiones porque me resulta más fácil que escribir novelas". Por sus guiones cinematográficos, recibió innumerables premios. Una de las características más representativas de Azcona, es el hincapié con que retrata la sociedad, denunciando las miserias e injusticias desde una visión realista y por lo general, que no siempre, cómica. En "Los ilusos", nos cuenta la historia de Paco, un pamplonica que se va a buscar sus américas al apoteósico Madrid, bohemio y lleno de posibilidades. Paco, inocente, hombre de contabilidades que sueña con un futuro literario, se hace con algunos trabajos duros a más no poder y mal pagados, sin futuro ni apenas sueldo. Los pierde o los deja agotarse. Da con un café literario, el cual se convertirá en su hogar junto con los demás poetas, que serán como su familia. Se enamora, se va a vivir con una señora gallega manca que le paga sus cosas y mientras tanto, recita sus versos en un ambiente donde el hambre está casi más presente que los poemas. Al terminar esta relación, Paco subsistirá a duras penas, durmiendo donde puede y comiendo con quien puede. Por supuesto, Paco se da cuenta de que las ilusiones y la vida bohemia no dan de comer. La prosa de Azcona es muy amena y nos cuenta estas historias con humor y realidad, dando como resultado novelas tan interesante como ésta.

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  -¿Por qué hemos ido al cine? El cine es una cosa a prohibir en una sociedad bien organizada, porque aparte de que te deja idiota, te devuelve a la realidad hecho una piltrafa. -Bien, ¿y qué? - Que un día u otro tendremos que despertar, reconocer y admitir que somos unos imbéciles; volver con las orejas gachas a la única vida verdadera que existe; esa que nos rodea en la calle, esa que tiene sus inconvenientes, pero también sus ventajas, aunque sean pequeñitas. - Pues si eso es irremediable estamos aviados…Yo he estado en esa vida. ¿Y qué he encontrado en ella? Trabajos tristes y mal pagados, gente que se suicida, señores que se quitan los dientes en la mesa… -Naturalmente. Y porque te empeñas en creer que hay otra existencia mejor es por lo que encuentras ésta detestable. Sin embargo, recuerda: en aquel sanatorio al que fuiste a buscar trabajo, había enfermos desagradables, pero también luz, soll y comida; en el restaurante que hemos comido estaba el de los dientes, pero también estaban las judías; en el metro se ha suicidado un señor, pero han seguido viviendo aquellas chicas que iban en el vagón… -Sí, unas chicas que soñarán con casarse con otros que no somos ni tú ni yo. -Perdona la brusquedad, Paco, pero Amparo era una manca. No, no digas nada. Mientras tú la adornaste más brazos ideales que los que tiene la diosa Siva todo fue bien; apenas la despojaste de tu fantasía todo fue desastroso. ¿O no? -¡Hombre!... -Lo malo es que como sigamos aquí mucho tiempo nos vamos a quedar sin ilusión, nos vamos a convertir en unos hombres usados, inservibles, y ya no podremos aunque lo queramos, volver a la realidad: a comer judías junto a un tipo repugnante, a enamorarnos de mujeres corrientes y molientes, a ganarnos la vida, la vida vulgar y acaso también mezquina, pero auténtica y única, con un trabajo honrado. Anda, anda, entra…Mira, mira a nuestros colegas. ¿Es o no es un limbo este café?

3 comentarios:

  1. Tuve la oportunidad de hablar con el maestro Azcona en unas conferencias de cine y literatura y he de decir que me sorprendió por la sencillez y la gran capacidad de comunicar y transmitir que tenía. Fueron sólo unos minutos, pero no los olvidaré. Incluso aceptó a participar en uno de mis cortometrajes y lo hizo estupendamente. Un grande, sin duda.

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  2. " y mientras tanto, recita sus versos en un ambiente donde el hambre está casi más presente que los poemas."
    genial esta frase...!!juaas.
    saludos!

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  3. @ aceituno: Sencillez y humildad son las palabras para definir a Azcona. ¡Y colaboró en un corto tuyo! Eso tienes que explicarlo con calma en otra ocasión.
    @ tyagohuds: saludos a ti también.

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