16 de enero de 2010

Prosper Merimeé

En la siguiente entrada haré una breve reseña del último libro que he leído que es la novela histórica "El Hugonote" (también llamada "La crónica del tiempo de Carlos IX") del francés Prosper Merimeé.Merimeé (1803- 1870), fue un escritor, historiador y arqueólogo de la época de Napoleón III. Es muy conocido por crear uno de los personajes femeninos más destacados, como es el de Carmen. Bizet le puso música a la obra y el resultado fue la conocidísima ópera de Carmen. El director español Carlos Saura hizo a su vez, una adaptación cinematográfica del libro de Merimeé.
El interés de Mérimée por España fue mucho más allá de lo que Carmen trasluce, y su conocimiento de la geografía y el carácter españoles se dió a lo largo de siete viajes por España entre 1830 y 1864, de los que dejó una numerosa correspondencia, recogida en el volumen Viajes a España.

"El Hugonote" nos cuenta las aventuras del caballero hugonote (eran los seguidores de la religión reformista, que en esos momentos estaba enfrentada con la católica), Bernard de Mergy. Éste se dirige a París, y siente al tiempo la esperanza y el temor de encontrarse con su hermano mayor George, el cual ha abandonado la religión reformada para pasar a las filas de la religión católica (aunque más que fe, le mueve el escepticismo por toda religión), cuyos líderes eran el Duque de Guise, el Papa y el Rey de España. Dos hermanos enfrentados le sirven a Merimeé para describir ese periódo histórico donde las guerras civiles en nombre de la religión estaban a la orden del día. Uno de los sucesos más trágicos acaecidos fue la noche de Bartolomé, y el asedio a la Rochelle, donde los saqueos y los asesinatos muestran la más honda crueldad humana, todo ello en nombre de la religión (madre mía...cuantas muertes y genocidios se han cometido por la religión...).
En 1994 se hizo la película "La reina Margot", donde nos describe muy acertadamente los sucesos de la noche de Bartolomé.

- George- dijo Béville con voz lastimera-, dime algo. Vamos a morir. ¡Éste es un momento terrible!...¿Sigues pensando ahora como pensabas cuando me convertiste al ateísmo?
-Por supuesto. ¡Ánimo! Dentro de poco dejaremos de padecer.
-Pero ese fraile me habla de fuego...de demonios...¡Qué se yo! No me parece que todo eso sea muy tranquilizador.
-¡Pamplinas!
-¿Y si fuera cierto? Amigo George,¡sería horroroso, si fuese verdad lo que dicen... la eternidad!
-Pues confiésate.
-Dime, por favor, ¿estás seguro de que no hay infierno?
-¡Bah!
- Respóndeme, ¿estás muy seguro de ello? Júrame por tu honor que no hay infierno.
- Yo no estoy seguro de nada. Si hay algún diablo ya veremos de qué color es.
-¡Cómo! ¿No estás seguro?
- Te digo que te confieses.
-¿Es que vas a burlarte de mí?
-Yo, en tu lugar, me confesaría. Es siempre lo más seguro. Confesado, ungido, queda uno preparado para todo evento.
-Bueno, haré lo que tú hagas. Confiésate tú primero.
-No.
-En fin...tú dirás lo que quieras, pero yo moriré como buen católico. Vamos, padre, mandadme decir Yo pecador y sopladme, pues lo he olvidado un poco.


Y María Callas, una de las mejores cantantes de ópera, interpretando Carmen.

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