13 de diciembre de 2009

Unamuno

Haciendo limpieza de libros en casa, me encontré con un ejemplar de la nívola Niebla del señor Miguel Unamuno y Jugo, y que en su día tuve que dejar de leer por que no llegaba al limbo del interés. A esta nívola le tenía ganas, y me puse a leerla con la objetividad de como quién lee por primera vez un libro sin referencias. Cuál fue mi sorpresa cuando me sumergí de lleno en el (tan interesante) argumento y en las "aventuras" amorosas de Augusto Pérez, el protagonista.
De Unamuno se pueden decir multitud de datos sobre su biografía, yo en este caso intentaré resumir, para no perdenos en la idea principal de la entrada que alguna vez me ha pasado.
Miguel de Unamuno nació en Bilbao en 1864. Estudió Filosofía y Letras en Madrid, pero pasó la mayor parte de su vida en Salamanca, donde obtuvo la cátedra de griego e historia de la lengua. Subió al rectorado de la Universidad de Salamanca en 1901.
Unamuno conocía lenguas y literaturas modernas y antiguas. Le interesaba la filología. Era un escritor que trabajó en todos los campos: novela, ensayo, poesía.
Las obras de Unamuno se distinguen por una fuerte preocupación filosófica e incorpora sus estudios de Kant, Hegel, Schopenhauer e Ibsen.
El pensamiento unamuniano refleja su angustia por la división entre lo ideal y lo real, entre el corazón y la razón. Además, es uno de los escritores más importantes que han formado parte del grupo “Generación del 98”. Es uno de los grandes intelectuales y pensadores de la historia de la literatura española.
En el ámbito filosófico, sus obras más destacadas son "Del sentimiento trágico de la vida" y "La agonía del cristianismo". Su preocupación por España se refleja en obras como "Vida de D.Quijote y Sancho" y " Por tierras de Portugal y España". Respecto a las novelas están "La tía Tula", "Niebla", "Abel Sánchez", etc. y en poesía "El Cristo de Velázquez" o "Romancero del destierro".
Falleció en Salamanca el 31 de diciembre de 1936 a la edad de 72 años.
Niebla es una obra clave de Unamuno, que él caracteriza con el nombre de nívola, para separarla de la supuesta forma fija de la novela, es decir, quería crear una alternativa a la novela realista de finales del siglo XIX. Escrita en 1907, fue publicada en 1914.Niebla es una obra de madurez en la que convergen los intereses esenciales del autor. El principal, el rechazo vital a una muerte que signifique el final de la existencia, de la vida personal.
Una de las escenas más importantes muestra la confrontación entre el protagonista, Augusto Pérez, con el propio autor, Miguel de Unamuno, revelando el tema de la imposible inmortalidad y la lucha del hombre ante tal trágico destino.
No quiero dar más datos sobre ésta interesantísima nívola, ya que sino, perdería parte del encanto que le caracteriza. Hay una página virtual, donde se puede leer el libro.
También hay numerosas frases de Unamuno en wikiquote, que merece la pena leer.

“La he estado mintiendo y he estado mintiéndome. ¡Siempre es así! Todo es fantasía y no hay más que fantasía. El hombre en cuanto habla miente, y en cuanto se habla a sí mismo, es decir, en cuanto piensa sabiendo que piensa, se miente. No hay más verdad que la vida fisiológica. La palabra, este producto social, se ha hecho para mentir. Le he oído a nuestro filósofo que la verdad es, como la palabra, un producto social, lo que creen todos, y creyéndolo se entienden. Lo que es producto social es la mentira…”

“¡Tantas Eugenias! ¡Tantas Rosarios! No, no, conmigo no juega nadie, y menos una mujer. ¡Yo soy yo! ¡Mi alma será pequeña, pero es mía!“

- Pero, ¿qué te propones con todo esto?
-Distraerte. Y además que sí, como te decía, un nivolista oculto que nos esté oyendo toma nota de nuestras palabras para reproducirlas un día, el lector de la nívola llegue a dudar. Siquiera fuese un fugitivo momento, de su propia realidad de bulto y se crea a su vez no más que un personaje nivolesco, como nosotros.
- Y eso, ¿para qué?
-Para redimirle.
-Sí, ya he oído decir que lo más liberador del arte es que le hace a uno olvidar que exista. Hay quien se hunde en la lectura de novelas para distraerse de sí mismo, para olvidar sus penas…
-No, lo más liberador del arte es que le hace a uno dudar de que exista.
-Y ¿qué es existir?
-¿Ves? Ya te vas curando; ya empiezas a devorarte. Lo prueba esa pregunta. ¡Ser o no ser!..., que dijo Hamlet, uno de los que inventaron a Shakespeare.
-Pues a mí, Víctor, eso de ser o no ser me ha parecido siempre una vaciedad.
-Las frases, cuanto más profundas, son más vacías. No hay profundad mayor que la de un pozo sin fondo.

6 comentarios:

  1. me han entrado ganas de leerlo, q hace tiempo existo mucho ;) Saludos grandes Airin.
    Ara

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  2. Bienvenida Ara! Espero verte por aquí. Saludos "reales" para ti también!

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  3. No me van los clásicos, les tengo manía desde que en el colegio e intituto nos obligaban a leerlos.Si es que.... el Sistema Educativo es el enemigo de la cultura. Que lástima!!!!

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  4. Puf pues si te gusta Unamuno vas a flipar cuando te leas algo de Galdós.
    Seguro que alguien te ha recomendado ya los Episodios Nacionales, son novelas que te enseñaran la historia de España de una forma diferente.
    Hay quien dice que Galdós fue quien inventó la novela histórica y como siempre los ingleses dicen que fueron ellos...(aunque en realidad ni uno ni los otros, ya la había mucho antes). Lo que si te garantizan es entretenimiento en especial los de la guerra de Independencia.

    P.D: que nadie se gaste el dinero en ir a ver Luna Nueva (la de los vampiros de swaroski).

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  5. Chuskari: Tú lo has dicho, el sistema educativo en vez de fomentar la pasión por la lectura causa el efecto totalmente contrario. Acabas teniendo manía a los libros por que te han impuesto unos tostones, que encima de no enterarte de nada son largos a morir (veáse El Quijote, dicho de paso yo me negué a leer). No se puede leer obligado, la lectura es un placer, un entretenimiento, un viaje a otros mundos. La lectura es una odisea que hay que descubrir por uno mismo, a base de acertar o no.
    Jose: Me apuntaré esa recomendación de Galdós. Hay tantos escritores y libros interesantes, que harían falta un par de vidas más para leerlos. Por cierto, de ninguna manera me pienso gastar el dinero en ver a esos adolescentes emos/góticos esvaroskis!!

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  6. Pues sí, la imposición no motiva a nadie, y de profesores desmotivados tampoco se puede esperar mucho más que el contagio. Lo lamentable es que nos hicieran aborrecer a los clásicos, que lo son porque han sobrevivido incluso a eso.
    Ahora que no es un deber, harías bien en 'desnegarte' a leer las aventuras del ingenioso hidalgo y deleitarte con ellas.

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