16 de diciembre de 2009

Eugéne Ionesco

Eugéne Ionesco, fue un dramaturgo y escritor de origen rumano (nació en Rumanía 1909, y murió en París en 1994), considerado el padre del teatro del absurdo.
Sus obras teatrales describen la ridícula existencia humana en un universo totalmente impredecible, en el cual, debido a sus naturales limitaciones, las personas son incapaces de comunicarse unas con otras. Su pesimismo forma parte de la base del teatro del absurdo, un movimiento teatral que se lamenta de la falta de sentido de la condición humana. El irlandés Samuel Beckett, perteneció también a esta nueva expresión de hacer teatro.
La primera obra de teatro de Ionesco fue "La cantante calva", provocando un tremendo escándalo, pero su inteligencia, novedad y ruptura con los cánones establecidos lo llevan a la fama, fama que no lo abandonaría en sus posteriores obras. Otra de las obras destacadas de Ionesco, y quizás la más famosa, es "El rinoceronte" escrita en 1959. El argumento nos cuenta la historia de los habitantes de un pequeño pueblo francés se ven convertidos en rinocerontes, y donde la figura principal de la obra, Bérenges, un hombre común y sencillo, a menudo minusvalorado y criticado por su adicción al alcohol resulta ser el único humano que no desarrolla esta metamorfosis. Esta obra de Ionesco ha sido comparada con la metáfora del surgimiento de los fascismos, la manipulacion frente a los mas debiles, la perdida de la individualidad y la falta de comunicacion como ejes centrales de la obra.
Un hombre, que ve como todo su entorno se va transformando, comenzando por su mejor amigo, sus compañeros de oficina, hasta la mujer que habia prometido no abandonarlo jamas.
No obstante, Bérenges, deja atras sus frustraciones, debilidades, y dudas.
Parece el mas vulnerable, y termina siendo el único, contra todo pronostico que no sucumbe a la transformación.
Desde el principio este relato engancha.

“Discutíamos tranquilamente de unas cosas y otras, mi amigo Jean y yo, sentados en la terraza del café, cuando de pronto vimos, en la acera de enfrente, enorme, poderoso, resoplando con feroz estrépito, avanzando en línea recta y a paso de carga, rozando casi los escaparates, un rinoceronte.”

Alguna frase del absurdo:
"Al día siguiente, en el periódico, en la sección de gatos aplastados daban cuenta en dos líneas de la muerte pobre bicho: “reventado por un enorme paquidermo”, se decía sin otros detalles."

Del relato "Víctima del deber":
"Entonces Nicolás sacó de pronto un enorme cuchillo. El inspector juntó las manos, suplícante. Le castañeaban los dientes. Y sin embargo la calefacción estaba funcionando sin problemas."

Y para terminar, un par de buenas frases, que nunca están de más.
"¡Oh, palabras, cuántos crímenes se cometen en vuestro nombre!"
"La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad; es creación y osadía."

5 comentarios:

  1. oooh.. te recomiendo, si disfrutas de ionesco, al grandísimo stanislaw lem. Escribí sobre él hace tiempo: http://textos.cranf.net/vcwstanislawlem.htm

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  2. Me suena el autor, este stanislaw. Gracias por la recomendación , la tedré en cuenta! Saludos!

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  3. Bueno, dada la naturaleza efímera del código linguístico y de la percepción de la realidad determinada por la cultura, es un auténtico milagro que dos personas lleguen a comunicarse y a llamarle coche al mismo objeto!! De todas maneras las metarrepresentaciones individuales son sustancialmente distintas, con lo que digamos... ALELUIA!!
    Un beso
    BEgo

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  4. Bueno, dada la naturaleza efímera del código linguístico y de la percepción de la realidad determinada por la cultura, es un auténtico milagro que dos personas lleguen a comunicarse y a llamarle coche al mismo objeto!! De todas maneras las metarrepresentaciones individuales son sustancialmente distintas, con lo que digamos... ALELUIA!!
    Un beso
    BEgo

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  5. ALELUIA!! Y menos mal, por que sino, no me lo quiero ni imaginar...Saludos Bolskan/Bego

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