Luigi Pirandello

Luigi Pirandello fue un importante dramaturgo, ensayista, narrador y hasta poeta (escribió 5 libros de poesía), considerado el máximo representante teatral Italiano en el periódo de entreguerras. Pirandello (nació en Sicilia el 28 de Junio de 1867 y murió en Roma el 10 de Diciembre de 1934), estudió en las Universidades de Bonn y Roma, y es en Roma donde ejercería de profesor de literatura italiana en la Escuela Normal Femenina. Fue en esta época cuando empezó a hacerse un hueco en el mundo literario, pero su éxito definitivo no le llega hasta el año 1921 con su obra "Seis personajes en busca de autor". Generalmente los protagonistas de las obras de Pirandello son gente humilde de clase media-baja, como comerciantes, curas o dueños de pensiones. El eje principal de su obra es el eterno duelo ente los instintos y la razón, que empuja a las personas a las situaciones más incoherentes y grotescas. En este sentido puede considerarse que le abrió el camino del existencialismo pesimista del ser humano a Sartre. En 1934, recibe el Premio Nobel de Literatura. Algunas obras importantes a mencionar son: El placer de ser honrado, Enrique IV, Así es (si así os parece) o El difunto Matías Pascal. Todas ellas son novelas pero no hay que olvidar que ecribía paralelamente numerosos cuentos, como El mantón Negro, La tía Mimma,o La renta vitalicia, entre otros muchos.
A continuación, un pequeño fragmento de La pena de vivir así":

“Aquellas sillas vacías, fuera de sus sitios, parece que preguntan asustadas el porqué de su desorden; qué han venido a hacer aquellas señoras; si realmente tenían necesidad de hacer aquella visita. ¡Ah!, parece que sí, que existe esa necesidad de saber qué da la vida a los demás, o cómo es la vida para los demás, qué piensas y qué dicen. Necesidad de vivir fuera, en esta curiosidad por la vida del prójimo, para llenar el vacío de la nuestra, para distraerse del fastidio, de los trabajos y afanes que nos acarrea. Y así, pasar el tiempo. ¿Ha sucedido una desgracia?, ¿un hecho extraordinario? ¿Cómo?, ¿cómo se explica? Se corre a ver, a oír. ¡Ah!, ¿es así? ¡No, no! ¡Así no puede ser! Entonces, ¿cómo? Y cuando no sucede nada, es el tedio, el peso de las ocupaciones habituales. Y la angustia de ver, como ahora lo ve la señora Leuca a través de los cristales, la angustia de ver morir lentamente la luz crepuscular.”