3 de julio de 2009

Akira, la Película

Akira,tanto el cómic como la película son obras que todo aficionado a los cómics debería conocer. Nos encoramos en el año 1988, y la fuerza de la energía nuclear está destruyendo ciudades enteras, entre ellas, Tokio, lo que va a originar la III Guerra Mundial. Ya en el año 2019, bajo las cenizas de la antigua ciudad, se construye Neo Tokio, una ciudad futurista dominada por el paro, sectas secretas, grupos extremistas, corrupción...etc Entre todo ese caos, están Kaneda y sus amigos, unos chicos huéranos y desarraigados cuyo único estímulo es salir a recorrer las calles de la ciudad con sus motos, y si cabe, enfréntandose a otras bandas moteras rivales. Un día, Tetsuo, uno de los amigos, tiene un accidente provocado por un extraño niño; rápidamente aparecen los militares y se llevan a Tetsuo. Es enonces cuando Kaneda decide investigar a dónde se han levado a su amigo, y en esa búsqueda encontrará a Kay, una chica integrante de un grupo revolucionario de la oposición del gobierno. Cuando encuentran a Tetsuo, éste ya no es el mismo de antes, el chico ha servido de cobaya para un experimento para aumentar los poderes psíquicos (igual que los otros niños raros que aparacen). La cuestión es que el nuevo poder de Tetsuo, que parece ser tenía un gran complejo de inferioridad, es dificilmente controlable y es por eso que querrá despertar a Akira. Akira era un niño experiemento, cuyos poderes crecieron tanto que fue el causante de la destrucción de la antigua ciudad de Tokio.
El cómic tiene varias subtramas, así que sino hay ninguna referencia anterior puede ser fácil perderse del hilo argumental. Bandas de motoristas, grupos extremistas, militares con experimentos secretos, niños con poderes, sectas, un estado policial represivo, todo ello hace que el resultdo sea Akira. El autor del cómic como el director de la película es Katsuhiro Otomo, también conocido por su colección de Pesadilas (Domu). La película marcó un hito de la historia del cine manga, ya que resumió la extensa obra (2000 páginas) en dos horas, e intentó reproducir al máximo el cómic esmerándose en unos detallados escenarios que costaron cerca de siete millones de dólares, pero lo más importante fue que abarcó a muchísimo más público del que leía el cómic, convirtieno el manga en un género más del cine.

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